Por Julian Santiesteban
La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, anunció, este fin de semana, cambios en su gabinete de colaboradores. Aunque la mandataria aun no da a conocer el sentido de dichas modificaciones, las mismas ocurren en una particular coyuntura en que ha iniciado el tercer año de administración local y, con la renovación del gobierno federal, hay temas que deberán consolidarse, fortalecerse o modificarse.
Lo comunicado, hasta ahora, es que las modificaciones ocurrieron para “fortalecer la transformación del estado de Quintana Roo, impulsando siempre el bienestar con justicia social y la prosperidad compartida”, lo importante es traducir toda la frase a acciones concretas. Por ejemplo, con las modificaciones recientes aprobadas desde el Congreso local, en esta ocasión, ya ocurrieron designaciones sin tener que considerar el tiempo de residencia en el estado, pero también se integran al equipo personajes del pasado político local, cuya militancia fue abiertamente en otros partidos. Todos los anunciados este fin de semana, ya colaboraban con la mandataria, sólo se hizo oficial el relevo de algunos integrantes del gabinete.
Tampoco por cierto, se buscó algún equilibrio en cuanto a género o por la región de origen de los ahora funcionarios de primer nivel, lo segundo porque nunca -es dable decirlo- el que algún secretario/a sea, por ejemplo, del sur quintanarroense, ha sido garantía por sí mismo de que esa parte de la entidad estará mejor; y lo primero, también hay que reconocer, tampoco debe ser atavismo para dejar de privilegiar las capacidades; pero además, la actual administración estatal es la que mayor cantidad de programas y políticas públicas ha impulsado en favor de las mujeres.
Con todo lo anterior como contexto, habrá que ver entonces el sentido que se pretende dar al gobierno, porque aun hay cambios pendientes, tanto en el gabinete legal como ampliado, tanto por decisión administrativa como por ordenanza legal (renuncias o conclusión de encargo), ejemplo de ello es la renovación, esta misma semana, del Tribunal de Justicia Administrativa, cuyas integrantes serán, ha trascendido, todas mujeres. En esta misma semana deben analizarse en la XVIII Legislatura los perfiles de quienes serán designados en los Órganos de Control Interno y una buena cantidad de cargos de mediana importancia.
Ahora bien, con la concreción de los cambios y la toma de protesta de los gobiernos municipales, lo que se espera, antes de que concluya el 2024, es que las administraciones tengan un refuerzo en los trabajos de atención a la ciudadanía, particularmente porque en Quintana Roo no habrá otro proceso electoral sino hasta el 2027, luego entonces, aunque los políticos siempre están preparándose para la competencia, en estricto sentido, será este el periodo más largo en que no habrá votaciones, en consecuencia, es ahora cuando los objetivos que se hayan planteado deberán concretarse, antes de entregar el poder, en tres años.
Es por lo anterior que resulta interesante el análisis de los cambios en el gabinete, no se trata (o no solamente de eso) de poder identificar grupos políticos o partidos favorecidos, sino -y, sobre todo- el rumbo que toman los gobiernos después de las modificaciones. Por ejemplo, en el gobierno de Mara Lezama Espinosa puede destacarse la atención a las mujeres como nunca en la historia local. Planes y programas para beneficio de ellas y la creación -en breve- de una Secretaría para atenderlas. Por cierto, habrá que ver si el Instituto Quintanarroense de la Mujer desaparece y qué ocurre con su personal. Otro de los rasgos de la administración es la creación y mejoramiento de infraestructura que se había postergado o degradado por décadas. La infraestructura se logró con gestión local y con recursos fundamentalmente federales; pero este fin de semana se concretó el cambio en la Secretaría de Obras Públicas; luego entonces, hay que estar atentos al rumbo a seguir.
Y sí, claro que hay que ver si son “verdes” o “guindas”, el género, si son “locales” o “foráneos” y todo lo que el lector determine para identificar, pero también los objetivos alcanzados y los retos por alcanzarse, para entender si las modificaciones hechas son las necesarias en función de los compromisos hechos al llegar al poder; ahí y solo así, el ciudadano podrá notar si la visión del gobernante concuerda con la del gobernado y la imagen que se tiene al inicio y al final de la gestión.
En suma, los cambios son multifactoriales, desde esos necesarios ajustes, hasta el cumplimiento de compromisos políticos. De la necesidad de cumplimiento de objetivos, hasta las sustituciones por cambio de estos. Puede, así pues, aplicarse el dicho aquel de “ni son todos los que están, ni están todos los que son” …al tiempo.
COMENTARIO MORBOSO
En la competencia por las magistraturas del Tribunal de Justicia Administrativa se ha desatado una nada edificante campaña de desprestigio en contra de algunas de las aspirantes que, más que generarlo -ese ya lo tienen algunas y desde hace ya algunos años, de ello hablaremos en otra colaboración-, nos han permitido recordar algunos de los pendientes que hay en esa instancia y que puede generar verdaderas pesadillas para algunas, en caso de ser elegidas.
Hay un procedimiento pendiente en contra de exfuncionarios que ampliaron la concesión de Aguakán en la zona norte de Quintana Roo, pero quienes realizaron la consulta pública para la revocación de dicha concesión buscan ahora ser magistradas; vaya conflicto. También, por ejemplo, hay abiertos procesos en contra de los responsables de las agresiones en contra de ciudadanos y periodistas en Cancún, el 09 de noviembre de 2021 y una de las aspirantes fue responsable de “echar tierra” al tema, desde el gobierno estatal ¿y ahora cómo resolverá?
Y a todo ello se suman los procesos en contra de “borgistas”, “joaquinistas” y demás que, hasta ahora, nada más no avanzan; pero bien reza el dicho “por sus frutos los conoceréis”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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