A Tiro de Piedra /
Por Julian Santiesteban /
El inicio de la administración de Carlos Joaquín fue accidentado y, a tres años de su gobierno, el mandatario ha reconocido la necesidad de hacer ajustes en el mismo, aunque aún se desconocen las áreas que renovarán “cabeza” y, mientras eso ocurre, la sociedad aún espera la recuperación del patrimonio perdido en administraciones anteriores, cuando prácticamente se prepara ya para la sucesión de 2022.
El equipo que llevó al poder a Carlos Joaquín González fue amplio y del más diverso origen, tal vez por eso los enfrentamientos internos fueron intensos –lo mismo que ocurre, por cierto, a nivel nacional con la administración de Andrés Manuel López Obrador-; apenas pasado el segundo informe anunció la posibilidad de modificaciones en su equipo de colaboradores; mismo anuncio que hizo apenas pasó el tercer año de gestión y que ha repetido a inicios de este 2020, pero hasta ahora no han ocurrido.
Sun Tzu, en el Arte de la Guerra, relata el pasaje cuando el Rey de Wu le pidió le demostrara que sus escritos podían tener aplicación real, así que el escritor le solicitó le permitiera demostrárselo haciendo marchar con orden y precisión a todas sus esposas; el rey, dudando, permitió a sus mujeres salir al patio de palacio a marchar. Cuando Sun Tzu dio la orden, entre risas algunas marcharon y otras desobedecieron, ante lo cual el del mando ordenó que les cortaran la cabeza a las desobedientes. El rey aún más dudoso, permitió a Sun Tzu seguir adelante, y en un segundo intento, luego de las decapitaciones; todas, absolutamente todas, marcharon con orden y de acuerdo a lo ordenado.
En el ejército como en la administración pública, el principio de autoridad y orden es el mismo, posibilita la realización de tareas de manera efectiva, en el entendido de que el incumplimiento, significa el “corte de cabeza”; en el caso del gabinete estatal, “favoritos” a salir ha habido desde hace tiempo, pero al final la modificación depende de la orientación que pretenda darle el mandatario a su administración, independientemente de la popularidad o rechazo que haya a sus cercanos.
¿Qué avances pueden esgrimirse en desarrollo agropecuario? ¿en desarrollo social? ¿acaso se ha logrado transmitir a la ciudadanía un verdadero cambio en las compras gubernamentales? ¿en los contratos de obra? Se ha destacado la mejora en los procesos de transparencia y los reconocimientos nacionales obtenidos por ello, ¿pero ha incidido esa mejora de indicadores de proceso, en los indicadores de resultados? Esos datos los tiene sólo el mandatario y con base en los mismos podrá en todo caso ajustar el equipo de colaboradores ¿cuándo? Para eso tampoco hay repuesta aun.
COMENTARIO MORBOSO
La “revolución” iniciada por algunos gobernadores panistas, por la entrada en vigor del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), tiene más que ver con la forma que con el fondo, pues al final, ni con la concurrencia de acciones entre las entidades y el gobierno federal, ni con los trabajos separados de cada nivel de gobierno podrá mejorarse no sólo la cobertura, sino la calidad de la atención, si no se atienden a fondo las causas de la marcada deficiencia nacional.
El gobierno federal ha denunciado que las entidades federativas compraban medicamentos hasta 15 veces más caros que a nivel central; en contraparte, los estados señalan que la federación nunca liberó plazas que los gobiernos locales han tenido que asumir para alcanzar mediamente la cobertura demandada…y ambos tienen razón, pero lo cierto que es que, aun cuando la “mesa técnica” que demandan los gobernadores se instalara, o que las acciones unilaterales se postergaran por parte del gobierno de la cuarta transformación, lo que se requiere es más personal, más medicamentos, mejores profesionales de la salud y menos gasto en burocracia y más en personal operativos y especializado.
Así que, “pues muy rico y todo”, pero ni los gobernadores panistas plantean soluciones de fondo, como tampoco al fondo se llega con la operación sola del Insabi y, mientras en México todas las acciones públicas sigan pasando por el tamiz de la política, ni con la presentación cada martes de “El Pulso de la Salud” se modificarán las carencias evidentes; así que, parafraseando al presidente: Por el bien de todos, primero las causas y luego las formas; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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