A Tiro de Piedra /
Por Julian Santiesteban /
Entretenidos todos en la dinámica del proceso electoral que acaba de concluir, pasó desapercibida una contundente declaración del delegado de Programas Para el Desarrollo –o superdelegado- en Quintana Roo, Arturo Abreu Marín, quien reconoció que sus propuestas para delegados no fue aprobada por el gobierno federal y que, a medio año transcurrido, los actuales encargados no tienen autoridad alguna para actuar. El tema toma relevancia, a días de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, llegue a Quintana Roo.
En lo que va del año, becas y programas han fluido lentamente, pero la reconformación administrativa ha dificultado, por ejemplo, la recepción de proyectos para apoyos a micro empresarios y emprendedores y en general la burocracia federal sigue adelgazándose sin que haya certeza aun sobre quiénes se quedarán y quiénes serán despedidos; para el caso específico de Quintana Roo, se prometió una reducción de 73 a 24 delegaciones, los titulares de las mismas renunciaron a finales de mayo y el compromiso institucional es que, antes de que termine junio habrá nuevos funcionarios; es decir, en 12 días máximo.
Según se ha informado, el presidente de la República llegará el domingo 23 a la entidad, en donde hará la presentación formal de los Programas Integrales del Bienestar y dará detalles del proyecto del Tren Maya, proyecto este último que acaba de sufrir su primera modificación formal, al eliminarse la ruta Valladolid-Cancún. Además, autoridades locales y empresarios esperan que el mandatario federal aborde los temas como el combate al sargazo, la inseguridad y pendientes tales como la instalación de la Secretaría de Turismo (Sectur) en Chetumal, compromiso presidencial que también permanece incumplido.
Sin embargo, Abreu Marín reconoció que presentó una lista de propuestas para ocupar las delegaciones que no fue aceptada; peor aún, dijo que los ajustes en las instituciones no fue previsto presupuestalmente, lo que implica que hasta 2020 operarían idealmente, aunque confió en que algunos de sus recomendados sean tomados en cuenta por su capacidad y que antes de que concluya el mes se concreten las designaciones, según publicaron diversos medios locales ¿no sería mejor entonces que, el domingo, el presidente en Quintana Roo anunciara a los designados, instruyera para que de una vez por todas se asiente Sectur en Chetumal, dijera para cuándo en concreto habrá zona libre y si combatirán en serio al sargazo?
Y eso son solo algunos pendientes, porque faltan los puentes sobre la Laguna Nichupté; la recuperación de playas, la ampliación de la carretera del sur al norte de la entidad, la apertura del Canal de Zaragoza, de las zonas arqueológicas; en fin… pero viene el presidente a anunciar los programas del bienestar… y todos a aplaudir… y los actores políticos a hablar de coordinación, de trabajo conjunto. Como el cuento de Juan Rulfo, “El Día del Derrumbe”, el político será feliz, porque su pueblo será feliz viéndolo… “Que se chorrié el ponche, una visita de éstas no se desmerece”; aunque luego del jolgorio regrese ese pueblo al suplicio de siempre.
COMENTARIO MORBOSO
Y a propósito de dinero y de obtenerlo a costa de los de siempre, el diputado local Emiliano Ramos Hernández, propuso una modificación al llamado Derecho de Saneamiento Ambiental para el municipio de Solidaridad, que implicará un incremento de 20 a 25.34 pesos. El argumento es que debe cobrarse el 30 por ciento de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), cuando originalmente se planteó el cobro de un dólar por cada habitación ocupada. Ciertamente, el dólar ha fluctuado a la baja y con ello los ingresos. Mala decisión que ahora pretende enmendarse, pero con cobro siempre al usuario final.
¿Nota el lector como para extraer recursos siempre son bastante imaginativos los gobiernos? Imaginativos también para la aplicación ficticia en beneficio de los gobernados y malos, muy malos, para cumplir realmente con sus obligaciones. Ojalá la visita presidencial traiga beneficios tangibles, porque costosa será la visita, largos y floridos los discursos, pero escasos y mal repartidos los recursos; ya lo veremos y relataremos como Melitón, el personaje rulfiano, desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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