El exdirector general de la estatal mexicana Pemex Emilio Lozoya se declaró el miércoles «no culpable» de actos de corrupción que involucran a la brasileña Odebrecht, dijeron autoridades judiciales del país norteamericano, en un proceso que amenaza con salpicar al expresidente Enrique Peña.
Lozoya, quien llegó extraditado desde España hace casi dos semanas, se declaró inocente el martes en otro juicio en donde se le señala de la compra, con sobreprecio, de una planta de fertilizantes mientras fue mandamás de Petróleos Mexicanos (Pemex), entre 2012 y 2016.
La Fiscalía lo acusa de los delitos de asociación delictuosa, cohecho y operación con recursos de procedencia ilícita en agravio del Estado mexicano.
«De manera respetuosa hacia la autoridad quiero que sepa que no soy culpable ni responsable de los hechos que se me imputan en el marco de la investigación», dijo Lozoya citado por el Consejo de la Judicatura Federal.
El economista de 45 años agregó que colaborará con las autoridades buscando un «criterio de oportunidad», una figura jurídica que se aplica bajo la lógica de que el acusado puede dar información sobre otras personas para la persecución de un delito más grave y se compromete a testificar contra ellos.
Una consideración importante, sin embargo, es que Lozoya no podrá acusar a sus exsubalternos, sino que tendría que apuntar hacia arriba, opinan expertos jurídicos.
«Con relación a los hechos que se me imputan fui intimidado, presionado, influenciado e instrumentalizado», agregó Lozoya. El mismo argumento fue esgrimido en la audiencia de la víspera, donde se le acusó de corrupción ligada a la compra de una planta de fertilizantes de Altos Hornos de México (AHMSA).
En marzo de 2012, según la Fiscalía, Lozoya pidió a Odebrecht dinero para la campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que llevó a Peña a la presidencia del país.
La firma brasileña habría transferido unos cuatro millones de dólares en abril, junio y noviembre de aquel año a empresas vinculadas a Lozoya y su familia. A cambio, el exfuncionario habría otorgado millonarios contratos a la compañía sudamericana cuando asumió la jefatura de Pemex.
Junto con Venezuela, México es uno de los pocos países donde ningún alto funcionario ha enfrentado a la justicia por el caso Odebrecht. La brasileña ha admitido haber pagado unos 10 millones de dólares en sobornos en la nación norteamericana.
Al igual que en la víspera, la audiencia se desarrollaba a través de videoconferencia, ya que Lozoya se encuentra internado en un hospital privado de Ciudad de México por cuestiones de salud.
A fines de 2018 Andrés Manuel López Obrador asumió como presidente de México con la promesa de acabar con la corrupción enquistada en el país. El juicio contra Lozoya y otros altos funcionarios de la administración previa podría destapar la caja negra de ese fenómeno en la nación latinoamericana.
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