Nicolás Durán de la Sierra
Se dice fácil, pero no lo es; es más, resulta sorprendente que en sólo diez meses de gobierno, el de Mara Lezama haya llevado a la economía estatal de la postración a una condición crediticia de las mejores de México y ello no dicho por voceros oficiales, que la demagogia existe, sino por Standard & Poor’s una de las calificadoras de finanzas de mayor prestigio en el mundo.
Más no sólo esto, sino además de la calificación “A con perspectiva estable”, o de alta solvencia de la agencia internacional, en el ámbito nacional la Secretaria de Hacienda mejoró la situación de Quintana Roo en el semáforo de alertas de endeudamiento al pasar de la categoría “Amarillo” al “Verde de Deuda Sostenible”, es decir con un ejercicio financiero positivo.
En el aspecto económico, estas son las mejores noticias de los últimos quince años y el éxito no solo se debe a la inversión federal en Quintana Roo con el Tren Maya o el tendido de una nueva vía de acceso a Cancún, por citar sólo dos de ellas, sino también -y no en segundo lugar-, al reordenamiento integral de las finanzas públicas que emprendiera la gobernadora Mara Lezama.
En otras palabras, de no reorientarse el gasto público y crecer la captación fiscal, de no ventilarse el manejo del dinero de todos; de no darse estas premisas, hubieran sido muy pobres las calificaciones del Estado. El auge financiero sin control presupuestal lleva al caos y, como sabemos, a la creación de nuevas fortunas sexenales… y de ello tenemos sobrada experiencia.
En menos de un año es un logro del gobierno estatal el obtener pautas verdes en estas instancias, y brindan a Mara Lezama la posibilidad de seguir, con soltura, con sus programas contra la pobreza y la marginación; con estas calificaciones, además, su gobierno es una abierta invitación a nuevas inversiones en todos los ámbitos de nuestra economía, no sólo el turismo. Enhorabuena.
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