A Tiro de Piedra /
Por Julian Santiesteban /
La entidad cumplirá en dos meses 45 años de haberse erigido como tal, en un entorno político radicalmente diferente al aniversario anterior: Una legislatura de oposición recién inaugurada, un nuevo presidente de la República y con actores preparados muy anticipadamente para la sucesión que será hasta el 2022, pero que ya realizan sus primeros escarceos.
Cuando la administración del gobernador Carlos Joaquín González inició, en 2016, prácticamente ninguno de los diputados que salieron en ese entonces acudieron al aniversario en el Congreso del estado, eran los tiempos en que el PRI abandonaba por primera vez la gubernatura y la XIV legislatura había sido duramente criticada por construir un “paquete de impunidad” para proteger al mandatario saliente, Roberto Borge Angulo, hoy preso en el Estado de Morelos.
En el aniversario 45 de Quintana Roo, se cumple la primera mitad de la gestión de Joaquín González, la legislatura saliente modificó “el paquete de impunidad”, pero no logró llevar a cabo ningún juicio político en contra de ex funcionarios, queda entonces una enorme deuda con la ciudadanía. Pero si de formas políticas se trata, en el aniversario 42 no estuvieron ex gobernadores como Roberto Borge –aun no huía del país, pero la repudia pública lo detuvo- y por las mismas razones tampoco estuvo Félix González Canto; en representación de Mario Villanueva Madrid estuvo su esposa Isabel Tenorio; y aquí el tema se pone interesante, pues muy probablemente y después de 21 años, el chetumaleño pudiera acudir al aniversario de la entidad, si es liberado en las siguientes semanas. Prudente como es, probablemente decida no estar, pues el revuelo y aclamación serían muchos, veremos.
¿Acaso la cercanía de González Canto con los “morenos” le permitirá acudir por primera vez en tres años al Congreso local? ¿Irá Villanueva Madrid? ¿Habrá mensajes desde ahora para los que piensan ya en la sucesión de 2022? Para entonces, seguramente aun no habrá cumplimiento del gobierno federal para que se asiente en Chetumal la Secretaría de Turismo (Sectur), pues su titular, Miguel Torruco Marqués, ya declaró que será una tarea que se lleve prácticamente el sexenio, pero además recalcó que él no vivirá en la capital quintanarroense, pero ¿se mantendrá aun el discurso de coordinación y buena voluntad?
Llega Quintana Roo a sus 45 años como el destino turístico más importante de Latinoamérica, pero diversos fenómenos sociales y climáticos han incidido negativamente, hay quien afirma que casi a niveles de la crisis mundial del 2009: las tarifas han tenido que reducirse en un veinte por ciento, han regresado los “descansos solidarios”, que no son otra cosa que despidos con promesa de recontrato, los cuales hacía cinco años no había; la arribazón de sargazo y la acción del crimen organizado han sido factores que han incidido para ello; pero en el aire está también la sensación de que los esfuerzos locales no han tenido la debida correspondencia del gobierno federal; con desdén se asume el tema de la macroalga y en los trabajos de seguridad aún no se percibe la adecuada coordinación de los gobiernos; luego entonces, a la mitad de la gestión estatal, en el arranque del federal, en el inicio de una nueva legislatura y con 45 años de existencia como entidad federativa, la reflexión es obligada y la renovación de bríos ineludible.
Ese es el tablero y los actores, 45 años son nada; el sargazo y la inseguridad son factores que inciden en el crecimiento y desarrollo, pero la reflexión de futuro tiene que considerar también la profesionalización de la administración pública, la dignificación de la actividad política y la proyección en el corto, mediano y largo plazo sobre el rumbo que se ha de imprimir a las acciones de gobierno, porque hay actividades postergadas por años –décadas probablemente-: la recuperación de playas, los puentes de la Laguna Nichupté y la modernización carretera de sur a norte, el despegue económico del sur; hay proyectos de coyuntura como el Tren Maya que pudieran ayudar, pero con o sin ellos la atención es ya urgente; la pausa para análisis es propicia, la decisión sobre el futuro es de todos.
COMENTARIO MORBOSO
Y a propósito de cambios y actores, falta un mes para que inicien los trabajos en la XVI Legislatura quintanarroense, pero antes de ello, le queda también un mes de vida a la XV, y dadas las iniciativas enviadas por el Ejecutivo la semana anterior, los aun diputados deberán en breve convocar a un periodo extraordinario de sesiones.
El cierre de la actual legislatura es interesante, pues en las siguientes semanas, el Ejecutivo deberá publicar la Ley de Protección y Bienestar Animal, si acaso se quiere modificar la norma para adecuarla a las demandas de grupos que insisten en mantener la tauromaquia y peleas de gallos, o las de grupos animalistas que pugnan para que en la norma se incluyan las sanciones para esos espectáculos que implican tortura animal y que ya ha sido aprobada su prohibición, pero no se contempló castigo alguno para quien siga realizándolos y financiándolos.
¿Se abordará el tema, las iniciativas enviadas por el gobernador serán el argumento para que el tema sea discretamente dejado de lado para que los legisladores que entran en septiembre sean los que “toreen” esa norma?
Por cierto, los nuevos diputados tendrán apenas dos días en el cargo, cuando les toque recibir el tercer informe de gobierno de Carlos Joaquín González y a partir de ahí deberán convocar a los secretarios de gabinete para el análisis del documento que presente el mandatario, y ahí se verá el talante de la cuarta transformación republicana en Quintana Roo, porque luego viene la aprobación de los presupuestos, y ahí sí que habrá que estar atentos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Sé el primer en dejar tu comentario de esta noticia