Julian Santiesteban
El miércoles 09 de febrero, se cumplió un mes de que ocurriera la tala ilegal de árboles en el bulevar de Chetumal, sin que ninguna autoridad o empresa haya sido sancionada por la terrible devastación que, sin embargo, es irreversible. Lo preocupante no sólo es la clara intención de apostarle al olvido, sino que, a pesar de que hay sanciones impuestas, nadie absolutamente da luz sobre los responsables. El “ecocidio de Chetumal” se ha convertido pues en un tema que ha dejado ya una marca en personajes como William Conrado Alarcón, titular estatal de Obras Públicas, y Miguel Ángel Nadal Novelo, procurador de (des)Protección al Ambiente estatal.
No son pocos los pendientes con esta región estatal, múltiples son los proyectos que quisieron echarse a andar y que no avanzaron más allá del arranque, sea por falta de recursos o por la pandemia de Covid 19 (la tragedia “favorita” para justificar todo lo no logrado) y, con el tiempo se verá, si la indolencia e incapacidad de quienes los encabezaron también fue factor determinante; por ello es que el acto visible de abuso, cometido en contra de la naturaleza en la capital de Quintana Roo, ha dejado una herida profunda en la población del sur, como la “gota que derramó el vaso” de la tolerancia, situación que se ha intentado atenuar con información a destiempo y con una aparente intención conciliadora, entre otras, por parte de la Secretaría de Obras Públicas. Pero el daño está hecho, lo que se demanda no es ya el detalle de la obra, sino los nombres de los culpables de la tala ilegal.
¿Que allá en la zona norte de Quintana Roo ocurrió una devastación mayor, con el trazo del Tren Maya abandonado, y que habrá uno más cuando logre definirse una nueva ruta? Seguramente, pero que no haya protestas en esa región, no hace menos legítimo el reclamo de la ciudadanía del sur, y mientras el procurador de Protección al Ambiente, Miguel Ángel Nadal Novelo, dijo no poder datos sobre el procedimiento instaurado contra de la Secretaría de Obras Públicas y adelantar que, a finales de febrero –ajá-, tendrá listo el deslinde de responsabilidades, sin detallar si puede haber otros implicados o las sanciones a imponer, según publicaron medios locales. Pero entonces la investigación sí es en contra de la SEOP. El ayuntamiento de Othón P. Blanco impuso una multa a esa dependencia de 350 mil pesos, pero su titular ha recalcado que no pagarán, porque no reconocen responsabilidad en el hecho. Por cierto, además de los resultados, la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) y su “dormitante” titular, también impondrán alguna sanción, ¿o no pasará más allá de un regaño público? ¿Cuándo la PPA emita el dictamen, entonces sí reconocerá William Conrado su responsabilidad como rector del proyecto? conste que son preguntas.
Y sí, no habría que olvidar el rol de los constructores y responsables de obra, porque si ellos no fueron los que realizaron la tala ilegal, como también señalaron, por lo menos deben conocer a la empresa contratada específicamente para realizarlo. Por cierto, no hay que perder de vista tampoco que, en el bulevar de la capital, aún hay decenas de árboles marcados para ser cortados o trasplantados, por ello es además fundamental saber si serán cortados, estar atentos para conocer el lugar en donde serán re colocados, porque el reclamo ciudadano –como lección sobre lo ocurrido- debe no sólo centrarse en lo cometido en el pasado, sino también evaluar permanentemente lo que ocurra, para que no haya un futuro comprometido por irresponsabilidades que se dejan pasar. Eso es gobernanza, involucrarse activamente, no sólo como testigos incapaces de señalar y corregir, como los tan a modo comités de “contraloría social” (vaya nombre rimbombante, para tan poco útil instrumento). Pero aprendizaje sí hay.
Y por último, quedan siete meses a los funcionarios señalados, poco más de medio año para honrar el salario que cobran, para demostrar que la decisión de haberlos colocado en ese encargo sí rindió beneficios sociales, porque, si lo que han realizado era el objetivo buscado por quien les brindó la confianza, evidentemente, no era el desarrollo ordenado y la satisfacción de anhelos de una sociedad como la quintanarroense, lo que se buscaba; ellos tienen la palabra, el escribiente, sólo su opinión; la cual seguirá, por cierto, cuando ellos se vayan.
Pd. ¿Alguien tiene algún reporte de avance sobre las obras realizadas con los 820 millones de pesos autorizados a finales del 2021? ¿Acaso no difundieron que la XVI legislatura local estaría vigilante de los trabajos? ¿Algún reporte? Ok.
COMENTARIO MORBOSO
Fungió como precandidato (o patiño, según se quiera ver) en 2015-2016 del PAN y PRD, para que el actual mandatario estatal, Carlos Joaquún González, pudiera hacer precampaña en su búsqueda de la gubernatura quintanarroense; y en retribución, Fernando Méndez Santiago fue nombrado titular del Instituto Quintanarroense de la Juventud, creado justamente para colocarlo ahí, a pesar de no cumplir con los requisitos legales para tal efecto, como tener una licenciatura y experiencia acreditable en la materia.
A lo largo del sexenio, no hubo escándalo suficiente que lo derribara del cargo, ni las compras directas y contratos asignados para adquisición de bienes diversos; y, ahora que el proceso electoral está en curso, el “valiosísimo” joven político, traicionó (¿o se fue con permiso?) a quien lo colocó en la administración pública con salario de primer nivel. Méndez Santiago intentó ser candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a una diputación local, ante lo cual, el 28 de enero, renunció al cargo que le hicieron favor de otorgarle…dicho así, “le hicieron el favor”, porque se insiste en que no cumplía los requisitos legales; y porque la instancia se creó al inicio de la administración para designarlo, gracias a su “enorme” aportación en el proceso electoral de 2016.
Sin embargo, hay un rumor que recorre las instalaciones de ese Instituto: Méndez Santiago habría regresado a la nómina estatal (o quizá nunca se fue). MC “desperdició” la oportunidad de postular al joven político. Le canceló su aspiración de ser legislador, de tajo le cortó la intención y, de pronto, el otrora panista se vio sin candidatura y sin trabajo. Pero no hay mal que dure cien años y menos para tan valiosos cuadros políticos. En mensajes enviados al escribiente, se asegura que, aunque no acude a las oficinas, “Don Ferni” sigue siendo el titular del Instituto Quintanarroense d la Juventud…o lo perdonaron muy fácil o nunca hubo traición, más bien hubo permiso y la estrategia de Caballo de Troya fue bien leída por la cúpula de MC… de plano, no servir ni para eso está difícil, sobre todo porque el sexenio llega a su fin… ¿rescatará el futuro gobierno a Fernando Méndez y su “enorme” capacidad política? Vale la pena estar atentos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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