DIANA ALVARADO 19 JULIO 2021.- Mitos que parecían inamovibles en los procesos electorales en México, en general, y en Quintana Roo, en particular, cayeron en los pasados comicios de junio pasado, por lo que ahora emerge una nueva realidad con tendencias que favorecen a la democracia, a las comunidades y al pueblo, señaló el senador José Luis Pech Várguez, durante los conversatorios que sostuvo este fin de semana sobre “Los resultados electorales 2021 y expectativa de la 4T en México 2021-2024”, junto con el reconocido investigador especializado en discurso político, Abraham Mendieta Rodríguez.
Al hacer un análisis de los resultados obtenidos durante la jornada electoral de junio pasado en cada uno de los 11 municipios de Quintana Roo, el legislador quintanarroense expuso que de ese proceso se puede concluir que se terminó con los tiempos del llamado “voto duro” de los partidos y con el hecho de que los medios de comunicación asociados al poder definían quien gobernaba; también se derrumbó aquello de que los partidos son los que le confieren personalidad política a sus integrantes y que sólo con dinero se ganan las elecciones.
De la misma forma, expuso el legislador que quedó claro que la política dejó de ser algo que sólo hacen y compete a los políticos, y que las promesas tienen menos peso, además de que la compra de votos no garantiza triunfos, debido a que la gente humilde demostró que ya razona su voto.
En conversatorios realizados en Cancún y Playa del Carmen, que fueron transmitidos por las redes sociales del Dr.Pech, el senador indicó que los resultados de las pasadas elecciones demuestran que el desprestigio de la clase política abre oportunidades a actores emergentes, que la ciudadanía cada vez razona más su voto y con él premia o castiga a candidatos y políticos, a los cuales ya no les funciona prometer y no cumplir, a la vez de que en general los políticos deben generar mejores canales de comunicación para tener resultados favorables.
En tanto, el politólogo Abraham Mendieta explicó que los conservadores tienen como estrategia generar miedo para obtener resultados electorales y políticos, los cuales lograron concretar en varios de los casos en los que ganaron espacios durante el pasado proceso electoral, en especial en los puntos en los que los ciudadanos terminaron cediendo a esas campañas sobre la esperanza, que de nueva cuenta promovió la 4T como estrategia.
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